El manejo de los residuos sólidos urbanos es una actividad inevitable de nuestra sociedad, que habla de nuestra forma de consumo, de nuestra industria, de la infraestructura de los servicios municipales y del interés de nuestros gobernantes en la temática. Desde el consumo de una hoja de papel, alimentos, químicos de limpieza, muebles, electrónica, y todo el casi infinito universo de productos que adquirimos, en un momento se convierten parcial o totalmente en basura. Por cierto, esto es una forma de contaminación del espacio físico, que es inevitable pero mitigable por ejemplo mediante el reciclaje.
En Argentina los residuos urbanos que generamos, históricamente se han dispuesto en rellenos sanitarios o en basurales a cielo abierto. La diferencia entre estos es principalmente que los rellenos sanitarios son operados por empresas bajo normas de seguridad a fin de minimizar los riesgos ambientales y enmarcados en condiciones de higiene y seguridad del trabajo; mientras los basurales son depósitos informales de residuos sin discriminar el tipo y riesgo potencial de contaminación y sin prever medidas para preservar los suelos y napas subterráneas. Un inconveniente no menor y que toma mayor relevancia en vertederos o basurales a cielo abierto, es la existencia de pilas y productos químicos (por ej. restos de pinturas, desechos de cromo líquido, etc.), que escurren (lixivian) compuestos tóxicos.
Está estudiado que a mayor nivel y crecimiento económico, mayor es la cantidad de residuos generados por las personas. En el año 2009 se ha registrado que desde la Ciudad de Buenos más de 5.100 toneladas diarias de residuos fueron dispuestos en Relleno Sanitario, alcanzando un total de 1.847.748 toneladas enterradas en el año. La generación de residuos creció en el 2008 un 14,53% respecto del año 2007 y en el 2009 un 0,2% adicional. En promedio un 35% de los residuos generados en dicha área son residuos secos de los que es posible realizar una recuperación para reciclado. El 41% son residuos húmedos mayormente desechos alimenticios y el resto son residuos producto de poda recuperables para producir compost orgánico, restos de construcción y otros como pañales, residuos peligrosos y patógenos, etc.
Qué residuos son potencialmente reciclables?
- Papel y cartón no plastificado, libres de restos de comida y de humedad
- Vidrios cristalinos y de color ámbar y verde, no sirven espejos, lentes, tubos y focos, faroles de autos
- Plásticos blandos como botellas de bebidas, vasos y platos y duros como muebles de jardín, macetas todos libres de restos orgánicos
- Metales no ferrosos como hojalata de los envases alimenticios y ferrosos como latas de gaseosas y tetra brick, foil de envases alimenticios, libres de restos orgánicos
- Textiles como paños y tejidos de algodón y fibra
- Algunos residuos orgánicos para compostaje como los restos de poda
Los “cartoneros” que recorren las calles de las ciudades, algunos de modo informal y otros organizados en cooperativas bajo algunas condiciones de salubridad, colaboran en el proceso de reinserción industrial de materiales reutilizables. Asimismo, el hospital Garrahan tiene una organización con amplio alcance en organismos públicos e hipermercados en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano, para la recuperación de papeles, tapas plásticas de botellas y llaves de cobre, que venden para invertir en el servicio que el hospital brinda.
En el año 2006 el CEAMSE registró un 11% de recuperación para reciclaje de los residuos que reciben en su relleno sanitario. Y en el mismo año, se estima que del total de residuos recuperados, el 1% fue recolectado por las empresas o cooperativas de recolección y recuperación, el 2% por el Garrahan y el 97% restante fue obtenido por el sistema informal de recuperación (“cartoneros”). El 4 de enero de este año se inauguró una planta de tratamiento mecánico biológico en el predio Complejo Ambiental Norte III operado por el CEAMSE que recibe los residuos generados por el área Metropolitana del AMBA (Ciudad de Buenos Aires y Gran Buenos Aires). La planta tiene dimensiones para tratar 1000 toneladas diarias de residuos, de las cuales se recuperan 600 tn, que de acuerdo con la conformación promedio de residuos recibidos, se componen de 420 tn de residuos orgánicos y 180 tn de residuos secos (plástico, papel, vidrio y metal). De esta manera se logra reducir en un 60% la cantidad de residuos recibidos en la planta que se destinan finalmente al relleno sanitario.
Luego los residuos orgánicos recuperados se estabilizan in-situ para producir abono, mientras los residuos secos se venden para su nuevo ciclado en la fabricación de nuevos productos.
Resta un largo camino que debe abarcar la concientización de la población para lograr la separación de los residuos en los hogares, la recolección diferenciada y coordinar el destino de los residuos separados a los ciclos productivos.
En Bariloche desde el año 2004 existe como organización autorizada por el Municipio, la Asociación de Recicladores de Bariloche, nacida de la necesidad de 150 personas en medio de la crisis económica del año 2001. Esta Asociación, ha formalizado las condiciones de trabajo de recuperadores informales, entre ellos menores, que subsistían anteriormente extrayendo residuos recuperables del Vertedero Municipal. Actualmente se encuentra en proceso de licitación el saneamiento del vertedero a cielo abierto, la construcción de un relleno sanitario y la de una planta de reciclaje. En el año 2010 se realizó un estudio que arrojó que en promedio, el vertedero recibe 95 toneladas diarias de residuos. Cada persona genera a diario un promedio 0,849kg de residuos (1,213kg/día para los estratos más altos), que los conforman un 40% residuos orgánicos, un 41% de residuos aprovechables y el resto lo componen pañales, pilas y baterías, residuos peligroso y patogénicos y otros.
En la zona de Cafayate la composición aproximada de residuos urbanos es de un 28% de residuos recuperables, un 45% de desechos alimenticios, y otros.
Mediante el Programa de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos en Municipios Turísticos, que gestiona la Secretaria de Ambiente de la Nación, con el aporte de un préstamo de U$S 60 millones del BID, se plantea dar apoyo a los municipios turísticos del país en pos de la sustentabilidad ambiental del turismo. El programa prevé entre otras actividades, la construcción de rellenos sanitarios y plantas de transferencia y separación de residuos urbanos. En el marco de este Programa, desde el año 2009 se realizaron y están en curso licitaciones para realizar el cierre ambientalmente adecuado de basurales a cielo abierto en la provincia de Mendoza y de Entre Ríos.
Brasil es uno de los países de la región que más ha trabajado para crecer en la recuperación de materiales reciclables. En 2004, se recicló el 96% de las latas de aluminio, el 49% de las latas de acero, el 48% de los plásticos PET, el 46% de los envases de cristal, el 39% de los neumáticos y el 33% del papel. En la actualidad estos porcentajes de reciclaje están en crecimiento. Se estima que todo el sector del reciclado emplea a medio millón de personas en Brasil.
En el año 2010, en los Estados Unidos se ha generado alrededor de 250 millones de toneladas de residuos y se ha reciclado y compostado más de 85 millones de toneladas de los mismos, equivalente a un 34,1% de tasa de reciclado. Un 11,7% se destinó a incineración con recuperación de energía. La composición de los residuos asciende a aproximadamente un 69% de residuos recuperables ya separados en origen, un 27% de desechos alimenticios y el restante 3% son otros residuos misceláneos.
Para minimizar los residuos destinados a disposición final (relleno sanitario), son necesarias conductas tanto individuales como de las industrias y la atención necesaria desde el Estado Nacional como de los Municipios. El Estado, mediante el establecimiento de normas e instrumentos, puede establecer límites, controles, penalizar los incumplimientos legales, y propiciar la minimización de residuos, así como también gestionar programas que incentiven la concientización de la población.
La reducción en cada punto de generación de residuos hace que mediante actividades en las propias industrias y en los consumidores finales, se minimicen los desechos antes de ingresar los productos en el circuito de consumo. Estas actividades pueden ser:
- Minimizar el volumen del packaging requerido para entregar los productos en los comercios tanto como el utilizado para la venta del producto al consumidor final.
- Identificar oportunidades para reutilizar productos y packaging en el lugar de consumos (el hogar, el trabajo, etc.) en lugar de disponerlo como residuos o para reciclar.
- Incentivar a las compañías a implementar programas de reducción en origen y adquirir productos o materias primas con contenido de origen reciclado.
- Reducir el consumo de bienes descartables y adquirir productos reciclados.
- Reducir desechos alimenticios a través del planeamiento eficiente e implementar el compostaje.
Si vemos contenedores para depositar residuos en forma diferenciada, utilicémoslos correctamente y aportemos al ciclo de reutilización de materiales. Ayudemos a cuidar los recursos de nuestro planeta.
Tengamos presente que las acciones individuales aportan a la suma del conjunto para el beneficio de todos ahora y para las generaciones futuras.
Verónica E. Dragovits