Por Darío Medina, www.tigredelosrios.com.ar
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El río Teuco pasó a concentrar la mayor parte del caudal del Bermejo, dejando al anterior curso principal, conocido como río Bermejito, como un brazo secundario.
Tras un intrincado recorrido se vuelve a unir con el río Bermejito a la altura de la localidad dePuerto Lavalle, donde vuelve a recibir el nombre de río Bermejo hasta su desembocadura sobre el río Paraguay. La unión entre el Teuco y el Bermejito es conocida como con el nombre de la confluencia, un pesquero reconocido por albergar a grandes dorados y surubíes pintados en sus aguas.
En su rivera habita otra gran especie codiciada por los pescadores deportivos como lo es el pacú. El momento de esplendor de la pesca del pacú se da en la época del año (el verano) en donde los algarrobales que posan sus hojas sobre el gran cauce, dejan caer sus chauchas de algarroba. Este fruto codiciado también por los nativos de la zona, atrae a los grandes pacúes que merodean sus aguas, en busca de alimento.
Gran cantidad de lagunas desaguan en diferentes puntos del cauce dando el nombre de “chorros”, por los pobladores de la zona , otros pesqueros rendidores, se encuentran ubicados rio arriba de la confluencia, y sus nombres son: el Quiniento,,Las Tonillas, La Bolza , Manantiales “portal de la Estancia La Fidelidad” y el Mojo, este último, popular por albergar grandes pacúes en sus aguas y punto de partida de esta gran travesía.
Esta región es una de las zonas donde se halla una mayor concentración de pobladores de las culturas aborígenes WICHI y QUOM. A su vez, se ubican en su margen derecha la mayoría de las localidades del ImpenetrableChaqueño, como El Sauzalito, Wichí y El Sauzal. Con una longitud de 830 km, es de fácil navegación para embarcaciones de pequeño porte. Teuco es una palabra QUOM (o TOBA) que significa (el) río.
El impenetrable Chaqueño: Con unos 40.000 km cuadrados de extensión, esta vasta región alberga gran parte de la fauna y flora autóctona de la Republica Argentina, abarcando los departamentos, General Güemes y parte del departamento Almirante Brown, en el Noroeste de la Provincia del Chaco, un paraíso para el ecoturismo y el turismo regional, ideales para realizar cabalgatas, travesías 4X4, trekking, en sus intricados montes y senderos rodeados de una vegetación espinosa y densa. Una flora que da carácter y nombre de “impenetrable” a esta región y que se encuentra rodeado de arboles como el algarrobo, quebracho colorado, itines, vinales y urunday, dando un toque místico y atractivo a este lugar. En esta región se encuentran las Reserva Provincial Loro Hablador y Fuerte Esperanza, lugares que albergan a especies como el puma americano, el yaguareté o jaguar, el guazuncho o corzuela, el oso hormiguero entre otros.
Crónicas de una travesía inolvidable:
La mañana comenzaba a dar su primera luz, junto a los cantos típicos de las charatas y un fino roció que daba alivio a los grandes algarrobales y quebrachales.
Dario Andres Ruiz Díaz “protagonista de esta gran experiencia” y el grupo Los Náufragos de la localidad Chaqueña de tres Isletas, comenzaban a dar lugar, a los preparativos para incursionar en el gran Teuco, en busca de las grandes especies que habitan sus aguas, entre ellas el surubí pintado (Pseudoplatystoma corruscans), y el pacú (Piaractus mesopotamicus).
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Hacia el impenetrable, el comienzo
Día 1. El equipo está listo para partir, Darío organizando los últimos detalles, los vehículos preparados, los tráiler equipados, las provisiones listas, y partieron hacia el primer punto de la travesía Villa Rio Bermejito, un paraje a orillas del rio que lleva su nombre, con cabañas, y un camping con todas las comodidades para que el turista que visita sus aguas tenga las comodidades básicas. El objetivo sería pasar la primera noche en este paraje, junto a un buen asado a la estaca y un buen truco entre amigos para luego partir hacia el segundo tramo que sería paraje “El Espinillo”.
Días anteriores se habían producido algunas lluvias en la zona complicando las condiciones de los caminos, esto iba a dar un condimento especial a la experiencia, haciendo más complicado el traslado del equipo hacia el segundo tramo. Efectivamente así fue el tramo desde Villa Rio Bermejito hasta El Espinillo. El recorrido puso la destreza de los choferes al límite, complicando en algunos tramos el paso de los vehículos por el denso barro. Llegando a destino ya se alzaba majestuoso el Cristo de palo santo, un emblema y símbolo del paraje El Espinillo. Después del necesario almuerzo improvisando un campamento a orillas del camino, era momento de seguir camino hacia el Mojo, punto de destino para ir en busca de los codiciadas especies, este sería la última etapa por tierra para acceder a los pesqueros del gran Teuco. Lo que se venía por delante eran tres días de campamentos en distintos puntos del cauce en busca de la vedette del relevamiento los grandes pacúes, y las grandes especies que habitan sus aguas entre ellas surubíes pintados y el dorado, que con un poco de suerte mediante, también se esperaba que digan presente.
Día 2 al Día 5 la travesía por rio
Llegando al Mojo, Darío y el equipo Los Náufragos, comenzaron los preparativos para incursionar, esta vez por rio una bajada de tres días, relevando los distintos pesqueros de la zona, las embarcaciones listas con todos los equipos necesarios para la travesía, equipos de pesca compuestos por cañas de 2.10 mtrs. de 15 a 30 lb de potencia con reeles rotativos equipados con nailon de 0.40 mm, líderes de acero de 15 cm de longitud con anzuelos pata corta para el pacú y pata larga para dorado-surubí. Las aguas turbias imposibilitan usar artificiales. La técnica seria pescar anclado con carnada viva, y al golpe para la pesca del pacú. Los primeros intentos serian con los pacúes. Rio abajo del campamento, el grupo había divisado en el actividad de pacúes en una de las costas nutridas de algarrobos desprendiendo sus frutos de algarroba en la rivera del rio. La carnada estaría compuesta por una mezcla de chaucha de algarroba previamente molida mezclada con harina de soja. Una técnica más que iban a utilizar es la conocida como pesca al golpe, una modalidad que se realiza con la embarcación a la deriva y tirando los cebos o artificiales contra la costa, especialmente debajo de las copas de los arboles que posan en la rivera o también contra las barrancas, luego de alcanzar los puntos costeros estratégicos se trata de dejar hundir la carnada un poco e ir recogiendo lentamente. Por un rato Se escuchó solo el golpe de la carnada al caer al rio, de pronto un potente pique, caña en lo alto y quedaba solo afirmar la clavada y disfrutar de la gran pelea característica de esta especie. El reel sonaba pidiendo línea del otro lado se hacía ver un gran pacú que superaba holgadamente los 7 kgrs. de peso. Una secuencia de varios piques daba comienzo, de un día que fue a todo pacú. volviendo al campamento decidieron que el día siguiente seria el turno del los grandes surubíes, una noche de campamento en ese vasto monte chaqueño, una buena cena y las anécdotas del día de pesca. El segundo día de travesía tenía como destino a la confluencia, una zona en donde irían al encuentro de los grandes surubíes.
La confluencia.
Llegando a destino e instalando el segundo campamento, las embarcaciones rumbearon hacia el punto estratégico en donde se reencuentran los dos cursos de agua. La modalidad elegida seria anclado con carnada viva con cascarudo como carnada principal.
A lo lejos divisaron a tres nativos wichis cazando algunos cachorros de surubíes en los bancos de arenas cercanos a la rivera del rio con fijas “lanzas de tacuaras de unos 2 mtrs. de long. con una punta de metal tipo arpón”. Un claro indicio de que estaban en el lugar indicado, justo en las salidas de las lagunas o “chorros” y en la unión de los dos rio Bermejito y Teuco. Una zona de remansos, salidas de laguna y pozos, propicia para la pesca de las grandes especies.
Comenzaron los primeros intentos con excelentes capturas de dorados y surubíes, las respuestas se dieron en ambas embarcaciones con portes de surubíes que superaron los 20 kgrs. La sorpresa fue un gran dorado capturado por el hijo de Darío, de esta manera se cerraba el segunda jornada. Al tercer día emprendieron el viaje rio abajo, en este tramo seguió la actividad de surubíes dando satisfacciones.
Con el Puente Lavalle a la vista, la travesía llegaba a su fin. Se cerraban cinco días de anécdotas y buena pesca junto a una naturaleza exuberante, típica del gran monte chaqueño. El impenetrable , tierra de misterios, bagualas y viento norte. Un coctel de sensaciones intransferibles. El viejo sueño de emprender la aventura en su máxima expresión.-
Darío Medina
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