Andada horizontal y vertical hacia (y en) el área de Los Rápidos
Relato y fotos: Lucas Roberto López y Juan Ignacio Tapia
Existía una propuesta antes de llegar a la zona de Los Rápidos en el Manso Medio: partir desde Villa Los Coihues, pasando por la laguna Llum y, ladeando la costa del Brazo Tronador, alcanzar el área del Manso Superior. Todo ello, porteando alimentación para 5 semanas -debido a que, finalizada la actividad en esta zona, habría que dirigirse hacia Pampa Linda y, desde allí, volver hacia Villa Los Coihues por lagunas de montaña.
La salida, a pocos días de finalizar la estación primaveral, con un peso de 35 kg en la mochila, exhorta a mantener una marcha atenta a la resistencia del cuerpo y a lo planificado previamente sobre los puntos geográficos a alcanzar según el itinerario pensado. A diferencia de los días de verano que luego siguieron, las jornadas primaverales regalan: durante el día -por momentos- algún céfiro refrescante contra la fuerza del sol y, durante la noche, una temperatura menor que difícilmente puede aparecer en las madrugadas estivales.
La ruta inicial transitada fue la relacionada con el Lago Gutiérrez, llegando hasta Playa Muñoz, alcanzando su orilla sur (andando entre su margen oeste y el cerro Catedral Sur) en el área de ‘Baqueanos’. Proseguir hacia la región del Lago Mascardi era la próxima etapa. Para ello, acercarse a la ruta 40 para ladear el mallín de la divisoria de aguas Pacífico-Atlántico, e ingresar en la costa norte del lago con intenciones de llegar -luego de vadear los arroyos Fresco, Tuqueco y Tavuco- a Playa Leones (desde donde puede alcanzarse una hermosa vista hacia los cerros Catedral, Catedral Sur y Claussen). La pretensión de ascender a laguna Llum, y continuar hacia el Brazo Tronador, se consagra en el especial mirador que puede conquistarse al disfrutar, en los alrededores de los 1200m del cerro Gral. Justo: del lado este, la completitud de la laguna Llum y, en el sector oeste, el dominante Brazo Tronador y la tierna imagen acorazonada de la isla Piuke Huapi.
Descender hasta la costa del Brazo Tronador a la altura del arroyo La Volteada y cruzar el arroyo Casalata para alcanzar la zona del Manso Superior fue la actividad siguiente. Ingresar en esta área posibilita visualizar con regocijo los cerros Cresta de Gallo, Bonete y Punta Negra. Por otro lado, el acceso en sentido sur al sector de Los Rápidos fue realizado a través de la ruta 82.
El camping ‘Los Rápidos’ permitió poder distribuir el peso de los alimentos a partir de las distintas actividades a desarrollar en esa zona: algunos días en la región de Los Alerces, lago Steffen , y otros días con actividades diarias -y de poca carga- relativas a ascensos a cerros (Flores de León, Falso Granítico, Granítico). Sin mencionar la posibilidad de incremento en proteínas, grasas y carbohidratos que la cocina del camping (comandada por su personal de alto rango en cuestiones gastronómicas: Jacinta) supo brindar en varias ocasiones -intuyo, asimismo, que la solicitud de alfajores de dulce de leche al sector de administración, dirigido por Gisel, se incrementó drásticamente durante la estadía en el camping.
La visita a la zona de Los Alerces, alcanzada por medio de la ruta 81, no sólo tenía el interés de disfrutar de las aguas de los lagos Hess, Fonck y Roca (o de avistamiento de pumas, como se registró en años anteriores en esa zona), sino también la determinación de alcanzar la orilla del lago Felipe, cuya picada no se encuentra en mantenimiento desde la década del ´80 -e incluso, a veces suplantada por sendas de animales y, por momentos, cesando todo tipo de huella (como ocurre también en partes de las etapas Playa Muñoz-Baqueanos y Mirador Llum-Arroyo Casalata). Para entrar al lago Felipe, se debió cruzar el río que lo une con el lago Roca y acceder al lago por el margen oeste del río. Llegar al lago por el margen este del río resulta intransitable. En la orilla norte del lago Felipe es posible desenvolver una mirada a los cerros Largo Nevado y Christie, que dividen Argentina y Chile, premiando el trabajoso recorrido hacia ese recóndito sector limítrofe.
Por otro lado, el tránsito de 25km hacia el lago Steffen supone un ameno trekk en vinculación con los arroyos Llodconto y Livco, desfilando en paisajes de valles y mallines al ladear el cerro Anfiteatro. El paseo por esta franja permite traccionar, además, entre los cerros Padre Laguna, Donat y Fuerte.
La verticalidad, en esta circunscripción (Los Rápidos se encuentra a 795 msnm), atrae la atención hacia algunas vías en distintos cerros del área: Falso Granítico (1900 msnm), Granítico (2200 msnm) y Flores de León (1900msnm).
En primera instancia, la inclinación inmediata fue dirigirse hacia la cumbre del Falso Granítico. Ante la advertencia sobre el desconocimiento del mantenimiento de la ruta, y la incertidumbre del inicio de la vía, se logró, de todas formas, ascender al mismo por una huella medianamanete divisible. En el sector de alta montaña, las referencias suelen ser escasas cuando no nulas. En este ascenso se logra una visión del valle del río Manso Medio, lago Los Moscos, cerro Tronador, Lago Mascardi y cerro Granítico, entre otros. La ocasión permitió disfrutar, en la zona cimera, del vuelo de tres cóndores a una distancia de 20m. Paisaje que no se logró conquistar al día siguiente cuando el ascenso (nuevamente al Falso Granítico, pero esta vez con el acompañamiento de las francesas Mathilde y ‘Vena’) se realizó en condiciones climáticas totalmente distintas: llovizna, nevisca, viento, frío y nubes bajas.
De todas formas, alcanzar la cumbre del Falso Granítico permite imaginarse alguna posible ruta hacia el Granítico, si es que se lo desea ascender -entendiendo que es un acceso sin senda y que en las cartas (avaladas por distintos organismos) sobre sendas y picadas del Parque figura como tramo obligatorio a transitar con guía de montaña. Sin embargo, al optar por practicar esta etapa sin el acompañamiento de guía alguno, se dió aviso en el camping ‘Los Rápidos’ -vinculado al Club Andino de Bariloche- de semejante propuesta, asumiendo la plena responsabilidad personal ante cualquier eventual accidente. De todas formas es recomendable, para este tipo de actividades, mantener un buen estado físico, indumentaria y calzado de diseño técnico, y experiencia en montaña. Asimismo, se debe portar adecuados elementos de navegación (cartas y/o GPS). A través de la información recabada en el camping, la última vez que se intentó acceder a esta cima por una pareja de trekkers, se debió enviar un rescate debido a la no llegada de los mismos en el tiempo considerado, los cuales fueron encontrados con lesiones varias por haber sufrido una desorientación en el terreno. Cabe destacar que el Granítico es uno de los cerros que se encuentra dentro del los 7 cerros con cimas más altas del Parque (entre ellos: Tronador, Catedral, Catedral Sur, GEDA, Bonete, Blanco). Efectivamente, al proceder al ingreso hacia el cerro Granítico, luego de superar la zona del Falso Granítico, no existe balizado alguno y no es posible visibilizar rastro de camino. El ascenso al cerro Granítico, partiendo desde el área de Los Rápidos, supone el ascenso al cerro Falso Granítico para luego descender a una zona de bosques y mallines. Al llegar a la base del Granítico, tras 4,30hs de marcha, puede ascenderse el mismo en 1,30hs. Ya en la zona cimera, uno adquiere vistas hacia el volcán chileno Puyehue, el cerro Tronador, el cerro Falso Granítico y los lagos Los Moscos, Mascardi y Gutiérrez. Intentando improvisar una nueva ruta en la vuelta a Los Rápidos, el tiempo completo que llevó esta actividad durante la jornada fue de 13hs.
Finalmente, un trekking interesante para realizar también en esta zona es el correspondiente a una senda no habilitada de Huella Andina que no posee mantenimiento alguno, aunque permite divisar cierta ruta en sus distintos tramos de bosque y alta montaña. Dando aviso en el camping ‘Los Rápidos’, y encontrando la huella a escasos metros del mismo por la ruta 82, se puede acceder a esta huella que permite ladear el cerro Los Moscos e ingresar al cerro Flores de León desde su sector SE para finalmente, luego de atravesarlo en su completitud y habiendo divisado el Brazo Tronador, la laguna Llum y el lago Los Césares, descender en el área de Los Césares sobre la ruta 82.
Celebra el vagabundeo y la no pertenencia constante!… Hasta la próxima!…
Agradecemos -por la amable atención, sugerencias y consideraciones- a las familias de Dietética Karma (Del Valle Iberlucea 2964, Lanús Oeste) y de Suplement Sport (Eva Perón 20, Lanús Oeste), y al equipo del camping ‘Los Rápidos’ por su especial hospitalidad y el asesoramiento constante.
A continuación algunas preguntas que le hicimos a Lucas desde la Revista:
RO&C -¿Cuántos días duró en total la travesía?
LRL – El tramo de Villa Los Coihues hasta el área de Los Rápidos, debido al peso de la mochila y a ciertos sectores de algunas etapas en que no había huella clara, hizo que se revea el itinerario planificado. Por lo tanto, ocupó seis noches -dos noches se pasaron en la laguna Llum porque se venía de tres días de caminata intensa (más que nada los dos primeros días) y con mucha carga. Había que evitar lesiones y se prefirió desacelerar la marcha. Con la distribución de los alimentos en Los Rápidos, cuatro noches consistió la visita a la zona de los lagos Hess, Roca, Felipe y Fonck. Por otro lado, el acceso al (y vuelta del) lago Steffen se realizó en dos noches porque se partió tarde el día de salida hacia el lago. Mientras que los ascensos a los distintos cerros de la zona (Falso Granítico, Granítico y Flores de León) se hicieron en distintas jornadas desde el camping ‘Los Rápidos’, con poco peso -solo con el cabezal de la mochila para portar botella de agua, protector solar, campera impermeable, barra de proteína, gel energético, carta y brújula, GPS y VHF. Los ascensos al Falso Granítico se hicieron en forma consecutiva (1hs 30m de ascenso y 50m de descenso). El Granítico llevó 13hs en total, y la huella hacia (y en el) Flores de León (junto a la vuelta hacia Los Rápidos) unas 7hs aproximadamente. Luego estuve por Pampa Linda y Colonia Suiza también haciendo cosas.
RO&C -¿Un listado, más o menos general, de lo que llevabas en tu mochila?
LRL – A grandes rasgos, elementos esenciales que no pueden dejar de estar en la mochila: carpa de alta montaña, bolsa de dormir, aislante, interiores térmicos, medias térmicas, medias de trekking de reemplazo, manta térmica, gorro, cuello térmico, buff, olla, vaso térmico, botella de agua, calentador, cartucho de gas butano, sandalias, pinza multifunción, cartas y brújula, GPS y VHF, botiquín, comida, etc… A su vez, además de la indumentaria que portaba al momento del trekking, llevaba en la mochila un pantalón térmico outdoor, una camisa de manga larga de secado rápido y protección UV, una remera térmica de manga larga de primera capa, un buzo térmico de segunda capa y una campera impermeable. Con respecto a la dieta, para este año incorporé un polivitamínico y multimineral en comprimidos como soporte para los nutrientes necesarios que uno precisa incorporar diariamente. Por otro lado, a la hora de confeccionar el menú posible para los días de trekking, recomiendo lentejas coral debido a su rápida cocción, y un mix de arroz con: arroz negro (bueno para los riñones), arroz yamaní integral (de energía neutra, buena digestibilidad y mucha fibra, lo cual genera mayor saciabilidad), arroz mochi (se metaboliza más lento procurando más energía por más tiempo) y arroz bastami (cargado en minerales, liviano y aromático)… Estas innovaciones se las debo a mis amigos de Dietética Karma y de SuplementSport (ambos comercios ubicados en Lanús, Buenos Aires, Argentina) que, además de la afabilidad constante en su trato, poseen diversidad de productos y actualización informativa sobre artículos necesarios para una buena y complementada alimentación.
RO&C -Tras la experiencia del trekking: ¿qué agregarías y quitarías del equipo en tu mochila?
LRL – Desde la travesía de veinte noches que realicé el pasado verano en Tierra del Fuego ya cuento con lo indispensable y mínimo a la hora de armar la mochila -estableciendo cierto orden de prioridades- para que ésta no termine pesando más de lo necesario, sabiendo que la comida se lleva una buena parte de los kilos que uno carga en travesías de gran duración. Hay elementos que quizás uno no termina usando pero que debe portarlos obligatoriamente, como el caso del VHF o quizás el de alguna cuerda. En mi caso, tampoco tuve que utilizar la pinza multifunción, aunque siempre la porto por cualquier inconveniente que pueda llegar a tener con las varillas de la carpa u otros componentes del equipo. Quizás lo que agregaría sería alguna foto de alguna persona (o personas) amadas. En momentos en donde pueden presentarse ciertas emociones frente a tanta soledad o sufrimiento (que siempre es psico-físico), alguna imagen material puede -en mi caso- operar como motor pulsional para fortalecer la rudeza cinética. Sólo lo recomiendo para aquél que se motive con este tipo de imágenes y no para con aquellos que puedan producirle alguna emoción contraria: es decir, que comience a extrañar y desear un vínculo inmediato-físico con aquello que ve. En este último caso, puede resultar riesgoso para la voluntad de uno e incluso para el grupo. Particularmente, concibo al deseo no como falta sino como potencialidad. Por eso escogería ese método de la imagen como usina de vigorosidad.